Visita a veterinaria termina con una perdiz liberada
Una joven llevó de urgencia a una perdiz con un huevo atorado a una clínica veterinaria, buscando una atención inmediata. Al abrir la mochila sobre el mostrador, el ave salió disparada antes de que pudiera ser revisada, aunque el veterinario descartó fracturas en las alas. Incluso el perro de la clínica se acercó sorprendido al ver la rápida huida del animal, que recuperó su libertad de manera inesperada.
El hecho generó comentarios y reflexiones en redes sociales sobre la preparación de los consultorios para atender animales no convencionales y la importancia de brindarles un espacio seguro. Aunque la historia terminó con un final feliz, el huevo atorado permaneció como un misterio, dejando como enseñanza la importancia de la libertad y el respeto hacia todas las especies.