La propuesta del candidato al balotaje Rodrigo Paz de legalizar los denominados “autos chutos” generó polémica en el ámbito político y diplomático. Asambleístas cuestionaron la iniciativa al considerarla una forma de alentar el delito, debido a que estos vehículos ingresan al país sin documentación ni registro sobre su procedencia. La crítica apunta a que se trata más de una oferta electoral para captar votos que de un plan de gobierno serio.
Desde Chile también surgieron observaciones, ya que gran parte de los automóviles indocumentados provendrían de ese país. Autoridades de La Moneda calificaron la idea como un incentivo a lo ilícito, al advertir que muchos de los motorizados son robados en territorio chileno. Tanto en Bolivia como en el vecino país se planteó que el enfoque debería centrarse en un trabajo coordinado contra el contrabando, antes que en propuestas de carácter político.