El mercado El Tejar atraviesa una situación crítica debido a la escasez de diésel, lo que ha dificultado el transporte de frutas y provocado un incremento considerable en los precios. En plena temporada de cítricos, varias tiendas permanecen cerradas o han sido puestas en alquiler por la reducción en las ventas. Productos como la mandarina y la naranja, que antes se comercializaban a precios accesibles, ahora duplicaron su valor, afectando tanto a compradores como a vendedores.
Los productores también expresaron su preocupación, ya que los transportistas se niegan a trasladar la mercadería por la falta de combustible, lo que encarece el flete y repercute directamente en el costo final de la fruta. Algunos comerciantes recordaron que antes se podían adquirir tres naranjas por un boliviano, mientras que ahora los precios son de 25 naranjas por 25 bolivianos. Esta situación ha generado descontento entre la clientela y un ambiente de incertidumbre en el tradicional mercado paceño.