En la zona Mercedario de El Alto, doña Lucy Surce se ha convertido en un ejemplo de esfuerzo y dedicación. Con chaleco verde y dos banderas en mano, dirige diariamente el tráfico vehicular en el puente que ella misma ayudó a construir. Hace más de diez años, tras quedar sola con sus cuatro hijos, abrió una ruta sobre el río Seke usando pico y carretilla, levantando tierra hasta que posteriormente se construyó un puente en el lugar. Su trabajo, realizado sin sueldo, es reconocido por los conductores y vecinos, quienes le entregan voluntariamente pequeñas contribuciones como muestra de gratitud.
La historia de Lucy ha trascendido su labor cotidiana y se ha convertido en inspiración para la comunidad. Su esfuerzo fue retratado recientemente en un mural como homenaje a su perseverancia, destacando cómo la acción individual puede generar un impacto positivo en la vida de muchas personas. Los vecinos y conductores valoran su labor, que ha permitido mejorar la seguridad y la circulación en la zona, consolidándola como un símbolo de compromiso y resiliencia.