Miyuni, ubicado a 45 minutos de la ciudad de El Alto, se ha convertido en uno de los 24 atractivos turísticos certificados de la urbe, con vistas al Huayna Potosí y Chacaltaya y a una altura de 6.300 metros sobre el nivel del mar. Este lugar, además de su valor natural, posee una rica historia, incluyendo la masacre de 1962 en la mina de Miyuni, donde los ex trabajadores se levantaron en protesta. Tradicionalmente dedicado a la explotación de estaño, el sector busca ahora impulsar el turismo comunitario para generar ingresos y apoyar a las familias locales.
La economía de la zona se complementa con la crianza de camélidos y una red de mujeres emprendedoras que producen tejidos con identidad local, desde el hilado hasta la confección de prendas. Estas iniciativas permiten a la comunidad combinar tradición y emprendimiento, promoviendo un turismo sostenible que reconoce y valora la cultura e historia del lugar.
El Alto, conocida como la capital de los Andes, consolida su ruta turística con actividades como parapente, rappel urbano, ciclovías, miradores, festivales culturales y gastronomía local. Los visitantes pueden acceder a un sistema de códigos QR que guía por los distintos atractivos, fortaleciendo la proyección internacional de la ciudad como destino turístico certificado en Latinoamérica.