Tras la reciente decisión del sector panificador y el Gobierno de eliminar la subvención de harina y otros insumos, el abastecimiento del pan de batalla en la ciudad de El Alto presenta una disminución notable. En puntos estratégicos de venta, como el cruce Villa Adela carretera a Viacha, se observa que la cantidad de marraqueta disponible es limitada y se comercializa a un precio de 0,80 bolivianos, lo que representa un incremento significativo para los consumidores.
La población manifiesta su descontento por el aumento, señalando que el tamaño del pan no corresponde al precio actual y que esto incrementa el presupuesto familiar destinado a este producto básico. Los vendedores, a su vez, aseguran que la producción es insuficiente y que la decisión de los panificadores impacta directamente en la disponibilidad y el costo del pan, generando preocupación entre los usuarios que dependen de este alimento para su consumo diario.
