Ana sufre negligencia médica que la dejó sin útero y con la vejiga perforada: “Mi pequeña me espera, ella me da aliento”.
Ana, madre soltera y única sustentadora de su hija, ingresó al hospital para tratar un tumor y, tras dos intervenciones fallidas, salió sin útero ni ovarios, y con una vejiga perforada. Este alarmante caso de mala praxis médica ocurrió en La Paz, donde la negligencia de la doctora ha dejado a Ana en una situación crítica, sin la debida atención tras las cirugías.
A lo largo de su complicada recuperación, Ana ha enfrentado múltiples obstáculos, incluida la falta de autorización para tratamientos adecuados y la negativa de las autoridades hospitalarias para brindarle la atención necesaria. La médico involucrada se ha ausentado, y Ana teme por su bienestar y el de otros pacientes que podrían estar en riesgo debido a la negligencia médica. A pesar de todo, mantiene la esperanza de recuperar su salud y volver a cuidar de su pequeña.
Este trágico caso resalta la necesidad urgente de una revisión de los protocolos de atención médica y la responsabilidad de los profesionales de la salud. Ana pide justicia, no solo para ella, sino para todos aquellos que confían en el sistema de salud. Es esencial que las autoridades tomen medidas para evitar que situaciones similares se repitan y garantizar que los pacientes reciban la atención que merecen.