Analista económico advierte que situación económica será compleja en 2026 y 2027
El presidente Rodrigo Paz reveló que se habría sustraído más de 15 mil millones de dólares durante la gestión del Movimiento al Socialismo (MAS), un monto que alarma por su magnitud y que equivale a las reservas internacionales que tenía Bolivia en 2014. Ante esta situación, el gobierno actual busca transmitir un mensaje de quiebre con la administración anterior y alertar a la población sobre la magnitud de la crisis económica heredada.
El analista económico Juan Fernando Subirana señaló que las medidas necesarias para reencaminar la economía no serán sencillas, debido a la coyuntura crítica que enfrenta el país desde febrero de 2023 y la apertura del dólar paralelo. Entre las primeras acciones anunciadas se encuentra el retiro progresivo de la subvención, previsto para el 1 de diciembre, medida que podría generar aumentos en transporte y productos de la canasta familiar.
Subirana explicó que el presidente Paz está cumpliendo con su promesa de «ordenar la casa», realizando lo que denominó una “autopsia del Estado”, un análisis profundo del funcionamiento del gobierno y sus recursos. Según el experto, esta revisión evidencia que el Estado se encuentra sin presupuesto operativo suficiente para cubrir sus obligaciones y que la administración deberá buscar recursos adicionales a través de organismos multilaterales como CAF, Fonplata, FMI y Banco Mundial.
En cuanto al mercado cambiario, el analista destacó que la reciente caída del dólar hasta los 10 bolivianos se debe a un factor de confianza generado por la nueva gestión, aunque advirtió que la situación puede descontrolarse rápidamente si no se adoptan medidas económicas adecuadas en las próximas semanas. La estabilidad financiera dependerá de la forma en que se implementen las correcciones anunciadas.
Subirana señaló que las medidas correctivas, como el levantamiento progresivo de subsidios y la apertura de exportaciones, aunque duras, son necesarias para estabilizar la economía y cumplir con las exigencias de los sectores internacionales. Sin embargo, reconoció que estos cambios tendrán un impacto en la población y requerirán ajustes cuidadosos para minimizar perjuicios.
Finalmente, el experto concluyó que Bolivia enfrenta un camino de recuperación complejo y prolongado. La magnitud de los problemas heredados, sumada a la necesidad de restaurar la confianza del mercado y de la población, convierte a los próximos años en un periodo crítico para la economía nacional y la implementación de políticas de reestructuración profunda.
