La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta que Bolivia registrará en 2025 el crecimiento económico más bajo de Sudamérica, con apenas 1,5% de expansión del PIB real, posicionándose como la cuarta economía con menor crecimiento en toda la región, incluida América Latina y el Caribe. Según el economista Fernando Romero, esta situación ubica al país ante un escenario de estanflación, caracterizado por alto desempleo, aumento de precios y estancamiento económico.
Bolivia ya registra una inflación acumulada del 18% hasta agosto, seis veces superior al promedio regional proyectado del 3%, lo que impacta directamente en la economía familiar y la pérdida de poder adquisitivo. Romero señala que, aunque la inflación se ha desacelerado en los últimos meses, podría llegar al 20% si persiste la tendencia actual, generando un efecto corrosivo sobre la economía y dificultando la recuperación económica del país.
El economista indicó que el nuevo gobierno deberá enfrentar tres desafíos principales: la escasez de combustible, la falta de dólares y la alta inflación. A pesar del panorama complejo, Romero llamó a la población a mantener la esperanza y no caer en la especulación o la incertidumbre, confiando en que las nuevas autoridades tomen medidas para estabilizar la economía y garantizar liquidez frente a los retos pendientes.