Conductores de La Paz aseguran que cargar combustible se ha convertido en una cuestión de suerte, debido a la escasez y a la necesidad de reservar previamente su cupo mediante registro por placa. Este sistema limita la disponibilidad inmediata, obliga a los choferes a planificar sus viajes con anticipación y afecta directamente sus actividades diarias.
Los transportistas explican que solo pueden cargar lo asignado según la reserva, lo que genera incertidumbre y complicaciones en sus desplazamientos. La irregularidad en el suministro ha provocado preocupación por el impacto económico y el tiempo invertido, dificultando la normalidad de sus operaciones y viajes programados.