Expresidente de la CNI respalda el arancel cero pero advierte riesgos para el sector comercial
El empresario y expresidente de la Cámara Nacional de Industrias, Pablo Camacho, destacó que la implementación del arancel cero para la importación de productos tecnológicos y electrodomésticos representa, a su criterio, una “nueva visión social” impulsada por el Gobierno. Explicó que la medida impactará directamente en la reducción de precios tanto de la línea blanca —que incluye cocinas, refrigeradores y otros equipos de uso doméstico— como de la línea negra, referida a computadoras y tecnología. Según Camacho, esta política permitirá que miles de hogares bolivianos accedan por primera vez a equipamiento básico, considerando que un porcentaje significativo de familias aún no cuenta con electrodomésticos esenciales.
El empresario también sostuvo que la eliminación de aranceles reducirá los costos en productos tecnológicos, facilitando que estudiantes de colegio y universidad accedan a herramientas informáticas a precios más bajos. Añadió que el país no cuenta con una industria nacional que requiera protección en este rubro, por lo que la medida tendría un efecto netamente social. Sin embargo, Camacho advirtió que el comercio formal será el más afectado, ya que muchos negocios importaron mercancía con una cotización del dólar más alta y pagando aranceles completos, lo que dificultaría competir con los productos que ingresen bajo el nuevo régimen.
En su análisis, Camacho señaló que la mayor parte del mercado tecnológico actualmente se abastece mediante importaciones ilegales, cuyos precios fluctúan únicamente en función del dólar. Afirmó que el arancel cero podría desincentivar el contrabando al restarle rentabilidad a los grandes operadores que controlan este circuito, generando un punto de inflexión entre quienes cumplen con la normativa y quienes no. También cuestionó las políticas tecnológicas aplicadas en gestiones anteriores, como la creación de la empresa estatal Quipus, a la que calificó como un proyecto ineficiente y sin resultados concretos para la población.
El representante empresarial aseguró que la nueva política no pretende industrializar el sector, sino abaratar los costos para que más familias, estudiantes y trabajadores accedan a dispositivos esenciales como computadoras y teléfonos móviles, que hoy son herramientas indispensables de estudio y trabajo. Destacó que la medida también beneficiará al sector productivo, que podrá modernizar sus operaciones con menor inversión. Camacho concluyó que la masificación del acceso tecnológico, junto con la mejora en servicios como el internet, permitirá al país reducir brechas digitales y mejorar su competitividad.
