Familias paceñas se alistan con amor para Todos Santos y la tradicional elaboración de masitas
En La Paz, los hornos y panaderías trabajan a toda marcha para la elaboración de masitas, pancitos y tantawawas, en preparación para la festividad de Todos Santos. Los panificadores destacan la importancia de mantener las tradiciones, recordando a los seres queridos que han partido, y aseguran que la producción diaria alcanza los 20 quintales de masa, distribuidos en diferentes figuritas y panes típicos de cada familia.
A pesar del esfuerzo, los costos de los insumos han aumentado notablemente. La harina se cotiza entre 310 y 330 bolivianos por quintal, la manteca se mantiene en 415 bolivianos por caja y el azúcar oscila entre 255 y 260 bolivianos por quintal. Estos incrementos han elevado el precio final de los productos, pero los panaderos consideran que la tradición y el homenaje a los difuntos justifican la inversión.
La población, por su parte, continúa acudiendo a las panaderías, solicitando elaboraciones personalizadas según sus costumbres familiares. Algunos encargos requieren hasta dos quintales de masa para cubrir necesidades especiales, como el primer año de fallecimiento de un ser querido, y se atiende con esmero cada detalle para que las figuritas no se rompan durante la manipulación.
Los panaderos recalcan que, pese a las dificultades y el aumento de costos, la tradición de Todos Santos se mantiene viva en La Paz. La preparación de masitas y panes no solo responde a la economía del hogar, sino también al deseo de preservar la cultura y el recuerdo de los seres queridos, asegurando que estas costumbres ancestrales sigan presentes en la sociedad paceña.
 
				