Análisis sobre el impacto de la reprogramación de deudas en la banca y el sistema financiero.
En una reciente entrevista, el analista económico Jaime Dun explicó cómo la reprogramación de deudas, promovida por la ASFI y el Ministerio de Economía, ofrece un alivio a los prestatarios, pero a su vez, genera preocupaciones sobre la estabilidad del sistema financiero. Con un total de 5,000 millones de bolivianos en créditos aún reprogramados desde la pandemia, la situación resalta la necesidad de un manejo prudente de estos ajustes para evitar efectos negativos en las entidades financieras.
Jaime destacó que, aunque la reprogramación puede parecer beneficiosa para los deudores, también puede debilitar el sistema de intermediación financiera. El incremento en la mora, que ha alcanzado un 3.5% en los últimos trimestres, indica que hay un aumento de problemas de pago. Además, las reprogramaciones pueden crear una falsa sensación de estabilidad en los índices de morosidad, lo que puede llevar a una falta de confianza en el sistema. Es crucial que las entidades financieras y los reguladores mantengan una visión clara del riesgo real que enfrenta el sistema.
La reprogramación de deudas, aunque útil para los prestatarios, presenta riesgos significativos para el sistema financiero. Es vital que los deudores busquen apoyo cuando lo necesiten, pero también que se mantenga un registro honesto de su situación crediticia. Esto asegurará la transparencia y salud del sistema financiero en su conjunto, evitando futuras crisis.