El uso correcto de los pasos peatonales es fundamental para garantizar la seguridad de quienes transitan por las calles. Cruzar de manera ordenada implica respetar las señales de tránsito, observar la luz del semáforo y asegurarse de que los vehículos se detengan antes de avanzar. Los pasos peatonales funcionan como un escudo de protección, reduciendo riesgos y obligando a los conductores a priorizar la vida de los peatones.
Sin embargo, se identifican conductas de riesgo que ponen en peligro a los transeúntes. Algunos conductores realizan giros indebidos, invaden carriles o cruzan en luz roja, generando confusión sobre cuándo es seguro avanzar. En ausencia de semáforos o personal policial, los peatones deben verificar que la vía esté libre y cruzar con precaución, asegurando que su seguridad no dependa únicamente del cumplimiento de las normas por parte de los conductores.
