Las obras en el puente Río Seco, en El Alto, se extienden por casi cuatro años, generando serios perjuicios a comerciantes, vecinos y transportistas de la zona. Según los afectados, el proyecto debía concluirse en un año y medio, pero los retrasos han impactado directamente en sus negocios, disminuyendo ventas y complicando la movilidad. Además, los vecinos denuncian inseguridad en la zona debido a la falta de iluminación y la presencia de delincuentes.
Los comerciantes también expresan su frustración por las condiciones actuales del entorno, entre barro y caminos intransitables. Señalan que la paralización de los trabajos dificulta el traslado de mercancías y clientes, afectando la economía local. Los transportistas advierten que el servicio se ve seriamente limitado, y algunos han denunciado que la obra no avanza a pesar de los reiterados reclamos a las autoridades municipales.
El secretario municipal de Infraestructura Pública indicó que los principales factores que retrasan la ejecución son el desabastecimiento de combustibles y el incremento en el precio de materiales de construcción. La maquinaria pesada requiere combustible diariamente, lo que ha generado la necesidad de recurrir incluso al mercado paralelo para continuar los trabajos.
A pesar de las dificultades, la autoridad señaló que en los últimos dos meses se han recibido alrededor de 90 toneladas de asfalto y que se han implementado planes de contingencia para evitar la paralización completa de las obras. Sin embargo, los retrasos implican que tareas que normalmente durarían dos o tres días se extiendan a una semana, aumentando la preocupación de los vecinos y comerciantes.
Por su parte, las empresas constructoras han hecho esfuerzos para continuar con las obras pese al aumento constante de los precios de materiales y la falta de garantías de costos estables. Las autoridades municipales esperan que, con la colaboración del gobierno para asegurar el suministro de combustibles y materiales, los trabajos puedan avanzar y concluir en los próximos meses, mitigando así el impacto negativo en la comunidad y el comercio local.