Rigel, el valiente perro del Titanic, ladró y salvó vidas en medio del desastre marítimo
Rigel, un perro de William Murdoch, el primer oficial del Titanic, se convirtió en un héroe durante el trágico naufragio. Aunque Rigel logró alejarse nadando de la zona de la catástrofe, permaneció cerca del bote salvavidas número cuatro. Cuando el RMS Carpathia llegó en busca de supervivientes, Rigel comenzó a ladrar, alertando al Capitán Arthur Rostron sobre el riesgo que corría el bote salvavidas.
Los ladridos de Rigel fueron cruciales, ya que los ocupantes del bote estaban demasiado exhaustos para hacerse oír. Gracias a su valentía, se iniciaron las labores de rescate, permitiendo que todos los ocupantes fueran salvados. Rigel fue rescatado tras tres horas en el agua helada, y aunque era demasiado grande para ser sacado manualmente, un marinero a bordo logró ayudarlo a subir a la embarcación utilizando una lona.
La heroica acción de Rigel nunca será olvidada, recordándonos el impacto que los animales pueden tener en situaciones de emergencia y la profunda conexión que comparten con los humanos.