“Se advirtió al gobierno, tenían que haberse tocado medidas de fondo”, señala Pablo Camacho
Pablo Camacho, expresidente de la Cámara Nacional de Industrias, advirtió que Bolivia atraviesa una crisis económica crítica debido a la falta de medidas estructurales por parte del gobierno. Camacho señaló que las advertencias realizadas previamente sobre la necesidad de ajustes profundos fueron desoídas, priorizándose la ideología sobre la economía, lo que ha derivado en una inflación superior al 18% y un déficit fiscal que podría superar el 10%. Además, criticó el reciente incremento salarial que el gobierno autorizó en algunas empresas, a pesar del escenario económico complicado.
El exdirigente industrial indicó que Bolivia enfrenta una escasez de inversión extranjera, cerrando el 2024 con apenas 247 millones de dólares, lo que contribuye a la falta de gas, diésel y gasolina en el país. Según Camacho, la nacionalización de sectores estratégicos ha transformado a Bolivia de un país exportador a uno importador, mientras que los créditos destinados a subsidios de combustible y la minería ilegal agravan aún más la situación económica.
Camacho resaltó que la economía nacional necesita cambios estructurales y medidas de choque, ya que los indicadores muestran un crecimiento negativo y un desempeño industrial afectado. La producción de lácteos, azúcar, melazas y textiles presentó caídas significativas, reflejando la asfixia económica causada por el control de precios y otras políticas gubernamentales que priorizaron la intervención sobre el fortalecimiento del sector privado.
El expresidente de la Cámara Nacional de Industrias criticó la interferencia del gobierno en sectores productivos, como la prohibición de exportación de carne y el control de precios de productos básicos, que según él han provocado el cierre de más de 100 empresas productoras de leche solo en Santa Cruz durante este año. Camacho enfatizó que estas medidas populares, aunque visibles, no fortalecen la economía y afectan directamente la inversión y la producción nacional.
Otro punto crítico señalado por Camacho fue la fluctuación del dólar, que alcanzó los 13 bolivianos, lejos de la paridad histórica de 6,96, lo que según él hace imprescindible recurrir a organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y al gobierno de Estados Unidos para estabilizar la moneda y garantizar divisas suficientes para el país. A su juicio, el nuevo gobierno deberá implementar medidas responsables, aunque impopulares, para recuperar la confianza y reactivar la producción industrial y agrícola.
Finalmente, Camacho advirtió sobre el desabastecimiento de diésel y combustible, que ha paralizado entre el 60% y 70% del parque automotor, afectando la logística y la economía del país. Subrayó la urgencia de que el próximo gobierno tome decisiones estructurales que permitan reactivar la inversión, la producción y la confianza de los ciudadanos en la economía nacional, describiendo la situación actual como un país de “náufragos” que enfrenta un panorama económico crítico.