La cooperativa Albertina, que opera cerca de la represa de Incachaca, atraviesa un periodo de baja actividad debido a limitaciones económicas y administrativas. Su representante legal, quien asumió hace tres meses, señaló que los trabajos elaborados son escasos y que los proyectos iniciados, como un cuadro de extracción que comenzó hace cuatro años y alcanzó 60 metros de profundidad, se encuentran actualmente paralizados por falta de recursos. La cooperativa cuenta con diez cuadrículas asignadas, pero solo ha avanzado en dos, mientras que el resto permanece inactivo.
El dirigente explicó que la paralización también se debe a trámites ambientales en curso. La cooperativa está implementando depósitos de chatarra y baños conforme a las observaciones recibidas por las autoridades, lo que ha retrasado la reactivación de sus operaciones. Durante casi un mes, la cooperativa no ha trabajado, priorizando la regularización ambiental de sus actividades antes de continuar con la explotación minera.
Respecto al uso del agua en la zona, Albertina aseguró que mantiene precauciones por ser un recurso que también consumen. Además, indicó que la concesión que poseen es preconstitucional y que las autorizaciones iniciales fueron otorgadas por autoridades que ya no están en funciones. A lo largo de los años, la cooperativa ha enfrentado cambios de grupos dentro de la concesión y ha tenido que adaptarse a estas transformaciones para mantener sus operaciones en la zona.