“STREPTOCOCCUS PYOGENES” ES UNA BACTERIA QUE VIVE EN EL ORGANISMO DE LOS SERES HUMANOS

“Streptococcus Pyogenes” causa alarma en Santa Cruz tras fallecimiento de niños

El aumento de casos de esta bacteria genera preocupación por su rápida propagación y efectos graves en personas inmunodeprimidas.

El “Streptococcus Pyogenes”, una bacteria que vive normalmente en el organismo humano sin causar daño, ha causado la muerte de dos niños en Santa Cruz y ha dejado a otros dos en estado grave, uno en terapia intensiva y otro bajo observación. Los niños afectados habrían contraído la bacteria tras asistir a una fiesta infantil el pasado fin de semana, lo que sugiere que el contagio ocurrió durante el evento. Este caso ha aumentado la preocupación debido a que la bacteria, aunque común, puede ser peligrosa cuando el estado inmunológico de la persona se ve comprometido.

El estreptococo se encuentra en la piel, las fosas nasales y la cavidad orofaríngea sin causar daño en condiciones normales. Sin embargo, cuando el sistema inmunológico se ve debilitado, la bacteria puede provocar infecciones como dificultad para tragar, dolor de garganta, malestar general y hasta síntomas digestivos como diarrea. En los casos más graves, la infección puede llegar a causar neumonía, sepsis o infecciones en la piel.

El diagnóstico de la enfermedad se realiza mediante análisis de laboratorio, donde se identifican las esferas bacterianas a través de microscopio. El contagio se produce principalmente por gotas de fluido en el aire cuando una persona infectada estornuda o tose, o por contacto directo con lesiones en la piel que contengan pus. Los expertos advierten que, si no se trata a tiempo, la bacteria puede llevar a situaciones graves como el shock o afectar el sistema nervioso.

Aunque no existe un esquema de vacunación contra el estreptococo, se pueden tomar medidas preventivas para evitar el contagio. Las autoridades recomiendan mantener una higiene adecuada mediante el lavado de manos constante, especialmente al preparar alimentos, y evitar el contacto cercano con personas enfermas. El uso de barbijo y la ventilación adecuada de los ambientes también son esenciales para prevenir la propagación de la bacteria.

Es fundamental que los padres estén alerta ante síntomas como fiebre, dolor de garganta y dificultad para tragar en sus hijos, y que busquen atención médica temprana para evitar complicaciones graves.